lunes, 9 de febrero de 2009

La Dictadura Ortega Murillo y los Compra Gallinas

Los que se cuidan de los paquetes de antibióticos y hormonas que traen los pollos pálidos de las granjas industriales, tienen pocas opciones para este tipo de carne. Las sabrosas gallinas de patio campesino son tan difíciles de comprar, que su sabor solo queda en las leyendas de los abuelos. Para comprar gallinas de patio hay que ser comprador de gallinas de patio. Quien ejerce este oficio sabe que al llegar a la casa de un campesino lo único que puede hacer es encargarlas, que a la primera no se puede llevar ninguna pues estas se agarran solo dormidas. El comprador va un día antes, selecciona y espera a que se duerman en sus palos de costumbre. Dormidas si se pueden atrapar y dormidas se amarran hasta llegar a la paila final.  

Esta noble costumbre ha sido parte de la forma de gobernar de la Dictadura Ortega Murillo. Eligen la presa, distraen de cualquier manera al público y cuando uno menos se lo piensa tiene aun más amarrada a la democracia nicaragüense. Para ejemplo bastan dos botones.  

Las maromas que se les hizo a los pelones de Cinco y a las parteras de MAM distrajeron tanto a estos grandes críticos como a los medios de comunicación y al par de miles de ingenuos que se sintieron indignados con la patiada de puertas, quebrada de candados, sacadera de computadores y el desfile de fiscales de todo tamaño. Hasta a los cheles les toco duro viendo como se les ponían etiquetas de lavado de dólares y de triangulaciones exóticas. Mientras toda esta atención atrapaba hasta al mas agudo inquisidor se reunían paralelamente en la casa Roja por Montoya, la Hacienda del Chile, el salón privado de la UNICA y la Casa de Colores los que tramaban el mayor fraude electoral de los últimos tiempos. Los mismos carros y la misma gente de un lado para el otro. En esos días se retiraron de las listas a los fiscales "viejos zorros" del PLC para ser suplantados por bolsas de agua que no podían distinguir entre una boleta electoral y un menú de cantina. En esas mismas semanas se repartieron los desembolsos de emergencia otorgados generosamente y sin pregunta alguna por la Asamblea al Consejo del maestro Rivas. Dormidas las gallinas hasta los zancudos las amarran.   

Otro botón encontramos al final del año. Mientras el llamado pueblo se dejaba provocar por los gritos de los liberales y salía a las calles a reclamar por los resultados electorales y se encontraba con los joviales pandilleros, se amarraban los del plan Noviembre Negro. Las demandas de la supuesta oposición eran tan difusas y dispares como falsas. Unos querían anular todo el proceso, otros revisar solo en parte y los finales revisar acta por acta. No se ponían de acuerdo porque estaban de acuerdo, eso no incluye al ingenuo ratón de cuna de seda. Los grandes líderes liberales accedían al canje de posiciones en el legislativo por plata en efectivo. El pago se realizo de manera puntual y solapada en bonos e intereses en las primeras semanas del nuevo año. Borrón y cuenta nueva en cuentas viejas bastante bien conocidas. De este nuevo amarre de gallinas resulta el mentado plan de Semana Santa que enviara de modo preventivo al ratón hasta las tierras del viejo mundo.

miércoles, 21 de enero de 2009

La Dictadura Ortega Murillo, San Mateo y el Presupuesto Nacional

Borrón y cuenta nueva. Los pandilleros regresaron a sus barriadas después de haber estado semanas recorriendo metrocentro y otros lugares poco acostumbrados. Los de camisa blanca regresaron a las cajas de los bancos neoliberales y los activistas políticos igualmente se ocupan de lo cotidiano, ya ni en las mesas de trago sale el tema que los ocupaba en cuerpo y alma. A los pocos que la reconciliación bipartidista les incomoda, deberían recordar que todo esto no es solo obra e idea de nuestros lideres políticos.

Mateo, el evangelista menos apreciado por haber sido no solo prestamista sino cobrador de impuestos, es el que pone en boca de Jesús el origen del pacto. La insistencia del ahora San Mateo en contar como para Jesús perdonar y olvidar es tan importante, es considerando su misma reputación, al menos sospechoso. Según sus relatos cuando El Mesías llega a su pueblo, al primero que visita es a un socio de él, un usurero paralítico. Jesús le dice a este en la primera plática que sus pecados están perdonados. Los que presenciaban este acto, conocedores de las hazañas de Levi y poco acostumbrados a que a ellos se les perdonara algo, protestaron a gritos. En ese momento parece que Jesús preguntó, y que es más fácil?, decir te perdonó los pecados o decirle a este paralítico levantáte y andáte?, sin esperar respuesta hizo que ese mediocre postrado en su cama saliera caminando. El usurero y estafador ganó dos veces, si el pueblo ofendido no hubiese reclamado tanto, no hubiera salido tan bien parado.

En Nicaragua el monopolio del perdón es el instrumento más importante de la Dictadura. Esta requiere como de costumbre un público en el cual aplicarlo y devotos capaces de agradecer estos favores. Perdona para ser perdonado y perdona para someter. Borrón y cuenta nueva, así comenzamos este año y con esa nueva consigna a muchos de nosotros nos tocara de alguna manera, seremos con suerte perdonados y obligados a agradecer. La Dictadura alentada por el prurito de dominar y estimulada por el déficit presupuestario, utilizará todos los instrumentos para perforar todo lo que se mueva. Poner multas es cosa fácil para casi seis instituciones y sus poderes alcanzan desde la gran empresa Montelimar hasta la misma Raca Chaca. Si no nos despegamos la multa gana el presupuesto de los Ortegamurillo, si lo hacemos por algún conocido del régimen, algún favor tendremos que das a cambio.

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