Política: Nicho sí va por más Victorias

La suerte de Daniel con los últimos dos alcaldes de su partido en la capital no es de envidiar. El saliente, un granadino tan bonachón como malévolo se reveló a todas las ordenes importantes de la casa rosada, llegando incluso a romper los lazos de amistad con el llamado dictador. Esta ruptura despierta naturalmente serias sospechas. Nicho no es un idealista que se enfrente por principios sin atender sus intereses reales de poder, la separación con el actual presidente lo podría dejar en la calle y a su edad aun hay mucho por hacer. Esta rebelión puede sin embargo tener sustento, si existiese otra fuerza política que acompañe el futuro del granadino sandinista.  

Otra ruptura con Daniel la tiene desde hace al menos dos décadas su hermano, el misterioso Humberto, quien se desplaza en un Mercedes negro con placa diplomática por los lugares más extraños del país. Estos hermanos han celebrado al menos desde hace 28 años las navidades por separado, organizando en su momento los viajes de su difunta madre de una casa a la otra para compartir así lo poco que los unía. Lo que los separa está ahora más claro que nunca. La visión de Nación tan fuerte en el ex general, es todo lo contario a lo que ha hecho de Nicaragua el dictador. 

A mediados de 1986 se reunió en sesiones permanentes y extraordinarias el estado mayor general del Ejercito Popular Sandinista. La meta de este histórico encuentro era asegurar la institucionalidad de la organización militar y así la de la nueva Nación,  por tanto era indispensable una clara autonomía frente a la misma Dirección Nacional del FSLN. Un tabú de aquellos años. Esto lo harían posible iniciando una autonomía económica. A partir de esta decisión liderada por Humberto se inicio desde esa misma organización, no desde la presidencia, un proceso de negociaciones con la contra revolución que llegó a tener sus primeros resultados en los acuerdos de Sapoá en 1988. El proceso de independencia del ejército frente a los poderes políticos ha continuado sin pausa alguna hasta nuestros días. Esta institución se debe al orden constitucional y nada más. 

La dictadura mientras tanto emite en el contexto del fraude electoral, amenazas desesperadas como que no quedará piedra sobre piedra, para la ejecución de tal amenaza se requiere sin embrago algo más que un grupo de pandilleros encapuchados y mal comidos. Al ejército no lo saca a las calles porque simplemente, no lo puede sacar. La dictadura va a su peor fase, de la cual saldrá tan dolida, que causará tanto dolor como pueda. Viendo este derrumbe, un nuevo grupo de poder se prepara para hacerse responsable de los sellos del partido. A más tardar en las próximas elecciones tendremos una nueva opción presentada por un FSLN renovado desde dentro. Sabiendo esto los más astutos cercanos al dictador se alejan poco a poco, los más tontos se quedan. En esta foto vemos a Nicho con Humberto en un cine capitalino, hace muy pocas semanas. Este encuentro puede ser casual y no responder a nada más tratar de ver la misma historieta desde un punto de vista común.