Finanzas: George Bush y el Gato con Botas

Cuando un joven aldeano recibió como única herencia a un gato flaco y desaliñado, nunca imagino la suerte que le esperaba. Este singular gato lo convirtió en el marqués de Carabes y lo llevo por la Cámara Real hasta el matrimonio con la hija del Rey. La paradoja de George Bush es no poder hablar en público sobre la verdad de sus amigos de Carabas. Cuando debería de explicar en la Cámara de Representantes el verdadero peligro de los extraños no lo hace, ve las cosas de otra forma. El gato con botas en cambio proclama ilusiones cuando desde lo alto de la carroza, decia que esos castillos, aquellos bosques y aldeas eran del marqués de Carabas.  

Mansur al-Maiman, secretario general del ministerio de finanzas de Arabia Saudita reconoció con humildad en abril de este año al Financial Times que la palabra es "agresividad" con la que se puede definir su estrategia de inversión en Occidente. Meses antes de estas declaraciones el fondo Emirats Abu Dhabi había comprado el 20% del Citigroup, el Qatar Investment Authority por su parte había puesto en su poder el 23% de la Bolsa de Londres. 

Los fondos soberanos tienen actualmente tamaños gigantescos y agrupan solo recursos iniciales de sus planes de inversión. Entre los más conocidos se cuentan el Abu Dhabi Investment Council con US$ 875,000 Millones, Saudi Arabien Holdings de US$ 365,000 Millones, el Kuwait Investment Authority con US$ 264,000 Millones y unos 15 más de volúmenes aproximados. El Gato con Botas de la Casa Blanca para juntar sus mágicos US$700,000 Millones debería de buscar en mejores direcciones, donde el aparentemente ya tiene buenos anfitriones.  

En la conferencia de Davos del 23 enero del 2008, David McCormick, secretario de estado del Ministerio de Finanzas de los Estados Unidos, actuó como embajador del G. Bush y defendió con carácter de general de campo las inversiones de los fondos de Carabas en el Occidente. Las catalogó de positivas y dijo estos inversionistas no eran de índole político y aseguraban tener visiones de largo plazo por lo que generaban estabilidad. Los delegados europeos en cambio mostraron preocupación e iniciaron trabajos en reformas legales sobre las transferencias de capital.