jueves, 23 de octubre de 2008

Economía:"Yo vengo a ofrecer mi corazón"


La realidad nos dice que las cosas en la dimensión económica están mal, los optimistas aseguran que continuará así, los pesimistas nos motivan a disfrutar el estado actual de las cosas. La crisis financiera apenas en su primera fase demostró ser la peor en la historia de la economía. Los analistas del FMI después de escudriñar este primero de Octubre 113 crisis en los últimos 30 años llegaron a tal espeluznante conclusión. Es la primera mezcla maligna entre defectos simultáneos del sector bancario, mercado de capital y mercado de divisas. La segunda fase que iniciara con la quiebra de la primera casa automotriz, sea GM o Ford terminará el cuadro de terror que acompañará a los Estados Unidos al menos por medio siglo. 

Para Nicaragua esta catástrofe puede tener repercusiones inesperadas. Lo que ya se puede anticipar es una recesión importada. Lo que exportamos tendrá que bajar de precios, eso es casi una ley en tiempos malos. El café, la carne, el azúcar, el maní y lo que aman los monos y bebes humanos tendrá que bajar y bajar para poderse vender. Los volúmenes de exportación con los que se llenan los pulmones los políticos de turno de los últimos 6 años serán materia oculta en sus discursos. Preocupante no es para la mayoría de los nicas, el café sube y los cortadores ganan lo mismo, la carne sube y los empleados del matadero no tienen ni para la libra de pollo. El reparto de esta riqueza exportada queda a como debe de ser en pocas manos, así las preocupaciones tampoco tienen que ser compartidas. 

Las llamadas remesas son naturalmente la segunda gran consecuencia de la tal crisis. Se espera que se acomoden al ritmo del mercado laboral del país en problemas y esto va desde la pérdida total hasta la reducción en el ajuste de las bolsitas de sal. Este golpe sí afecta a la mayoría, pues su origen es contrario a la concentración de riquezas en los exportadores. Las exportaciones de mano de obra las hicimos todos, de cada barrio salieron toneladas métricas de primos, cuñados, mamás, sobrinos, compadres y entenados. Exportamos por décadas mano de obra y capital humano. En este sentido puede estar nuestra verdadera esperanza.

Robert Solow un optimista con Premio Nobel demostró que la gran parte del crecimiento real en la economía se produce por la innovación y no por los usos de capital o de trabajo. A este hallazgo se han sumado incontables experiencias de generación de riqueza a partir de sencillas innovaciones, tanto de productos como de los mismos procesos de producción. Los chavalos que exportamos le han agarrado mil mañas a las formas de hacer un tornillo, empacar al vacío, pintar al calor y secar en frío. Los menos chavalos ya tienen en sus garajes soldadoras industriales, moldadores de acero, tijeras de vidrio y demás disparates del oficio. "Quien dice que todo esta perdido..."

La canción de doña Mercedes nos da una de las mejores pistas económicas del momento. El retorno de los que sin remedio vienen a entregar su corazón, puede elevar tanto en tamaño como en calidad nuestro mercado nacional y compensar el crecimiento interno al que por décadas hemos tenido que renunciar.

2 comentarios:

Naren dijo...

hombre viera que usté es el primero que me da una cosa positiva que podría ayudarnos a salir adelante en esta crisis.. y es que los que vuelven a huevo van a traer recursos y tecnología, pero tambien me acuerdo de las pandillas que importamos en el 90...

Chepe Vélez dijo...

Si, ese es un buen punto, pero a como se dice si nos viene la vaca que vengan pues tambien las garrapatas.

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