viernes, 3 de octubre de 2008

Política: Suave que llega?

Quienes no pudieron disfrutar la desnudez de finales de los 60 pueden especular por su retorno. Tirados en el suelo con cigarros pequeños por todas partes se juntaban amigos y desconocidos a esperar que pasara lo mejor, al suave, todo al suave. Aunque en la historia nada se repite, algo similar podemos esperar. Los nuevos tiempos se están transformando "al suave en una cultura de paz". Esta última cita corresponde a la Ministra de Gobernación de Nicaragua. Ella nos explicaba en ese tono nudista, que la convivencia entre manifestantes de la oposición y amigos de la paz en León, es parte de la cultura. La existencia de morteros la entiende ella también como costumbre, incluso de origen religiosa. La funcionaria no se aleja de la esencia de los rasgos culturales que estamos construyendo desde hace más de 30 años.

Los mal llamados vándalos no fueron arrestados, están seguramente viendo a la familia de Homer y esperando la cena en casa de la abuela. Esa es la Nicaragua que todos hemos construido y continuamos mejorando. Al suave, no pasa nada. Algunos militares a finales de los 80, presuntos autores de masacres en la Costa Atlántica enfrentaron juicios rápidos, sobre todo en los casos en los que las victimas estaban respaldadas por iglesias con sedes en países ricos. Se emitieron sentencias de culpabilidad y muchos de ellos se desaparecieron luego de la lectura. Y que? al suave que eran tiempos de guerra. El ingenuo analista Carlos Tünnerman Bernheim declaró en diciembre del 2003, minutos después de la lectura, que la vida política de quien había recibido sentencia por 20 años había terminado. Don Carlos pudo haberse tomado su tiempo, pero eso también es parte de la cultura, los analistas en Nicaragua no pueden ni esperar ni alejarse de las cámaras. Libre vive también Erick Volz, pues la lectura de la sentencia de 30 años por violación y asesinato atroz, no tenía porque detener el futuro de tal noble joven. Ese hecho ha aumentado los niveles de seguridad en San Juan del Sur, pues le quedó claro a cada padre de familia que en algunas ocasiones, se debe ser mas rápido que la misma policía.

En esta nuestra cultura de paz, que en realidad todos queremos y defendemos puede ocurrir todo a cualquiera de nosotros. Detrás de esa estructura cognoscitiva esta nuestro Pacto Mayor. Los registros de favores en el sistema policial y judicial son incontables. No solo los hijos de algunos magistrados han sido liberados después de algún incidente cultural en donde aparece la muerte para alguien. Empresarios, opositores, gobernantes, religiosos, gringos, perros y gatos han gozado alguna vez, de esos favores que permiten que muchos de nosotros y nuestros hijos podamos esperar cómodos en casa un capítulo más de la nueva temporada de los Simpson.

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